Viaje a Asturias (¡recomendado!)

¡Aquí estoy de nuevo!

Esta vez una entrada diferente. Quería compartir mi pequeño-gran viaje a la bella Asturias este recién acabado mes de agosto. Hace poco subí otra entrada con el neceser de viaje (si no la habéis visto, pinchad aquí). Ahora vengo con algunas imágenes de los ratos que pude aprovechar para hacer algo de turismo. Como ya comenté, me he quedado con ganas de ver mucho más, pero espero poder hacerlo en la próxima escapada.

Infinitos parajes, siempre verdes en sus diferentes tonalidades, agua que "viene y va" (por el efecto de las mareas... la magia del Cantábrico), temperaturas más bien fresquitas que en pleno verano se agradecen, gastronomía intensa y sabrosa, cultura... y mucha historia a sus espaldas, como la maravillosa y misteriosa estela del Románico, son algunas de las maravillas a destacar.

Os nombro algunos de los lugares y monumentos que tuve la oportunidad de visitar:

• Villaviciosa y la iglesia de Santa María de la Oliva, una de las joyas de la zona
• Selorio/Seloriu (Villaviciosa) y su parroquia situada en una zona despejada y espectacular
• Misiego (Villaviciosa) y su impresionante Ría
• Valdediós, donde destancan el Monasterio y San Salvador, el "conventín", otro tesoro histórico
• Oviedo, breve visita donde vimos el exterior de la Catedral (no había tiempo de más) en pleno centro histórico y, algo más alejado, Santa María del Naranco y San Miguel del Lillo, otro par de joyas.

Os dejo con algunas de las imágenes (disculpad que haya muchas en las que salgo yo y no el paisaje, jaja, pero es una hermosa forma de recordar que se ha estado en un lugar, ¿verdad?). ¡Espero que os guste y nos vemos en la próxima!

Ría de Misiego // Parroquia de Selorio

Selorio // Misiego, Ría

Valdediós

Valdediós

Conventín de Valdediós (había boda con gaiteros y todo... qué romántico, jeje)

Catedral de Oviedo

Camino de Santiago, frente a la Catedral

Sta. María del Naranco // punto del Camino, Oviedo

Oviedo desde las alturas // rincón mágico en Misiego

disfrutando durante el trayecto...

y, por supuesto, kilos de más a mi vuelta (pote, fabes con almejas, cabrales....
¡ay, Señor, ¿por qué está todo tan bueno?...!)